Separación de metal y plástico con el ejemplo del reciclaje de cables viejos

En el reciclaje de los cables viejos, tras el desmontaje mecánico y la posterior separación de las partes metálicas gruesas, por ejemplo, mediante mesas de ajuste u hornos de aire, queda el aislamiento de plástico finamente triturado, que suele contener todavía entre un 3 % y un 10 % de polvo de cobre y trozos de cordón de cobre. El procesamiento de esta fracción de plástico es una aplicación típica de los separadores electrostáticos de metales hamos KWS. De este modo, los granulados de los cables pueden desmetalizarse prácticamente por completo. Se recupera el valioso cobre y, al mismo tiempo, se produce una fracción de plástico sin metal. El hamos KWS funciona en seco, requiere poca energía y personal, prácticamente no se desgasta y, por tanto, tiene unos costes de funcionamiento mínimos. Por lo tanto, incluso con un pequeño contenido de metal residual, los periodos de amortización de unos pocos meses son comunes.

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El separador electrostático de metales de hamos KWS también se utiliza en el reciclaje de chatarra electrónica, compuestos de aluminio y otras mezclas de metal y plástico para separar los metales no ferrosos valiosos y, en particular, los metales preciosos.

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Más información sobre tabiquería metálica con hamos KWS.