ES
Las plantas modernas de preparación de cables suelen estar formadas por una combinación de diferentes granuladores para la trituración y desintegración del material, plantas de separación para la fracción de cobre y sistemas de tratamiento del aire para el transporte del material y la eliminación del polvo. En primer lugar, los cables largos se trituran previamente en trozos cortos y luego se aplastan con granuladores hasta que el cobre se separa del aislamiento. El grado de desintegración viene determinado, entre otras cosas, por el tamaño del tamiz de la granuladora. Especialmente en el caso de los hilos finos o los cables trenzados, la trituración debe ser muy fina para romper la unión mecánica entre el hilo o el cable de cobre y el aislamiento de plástico.
La separación entre el cobre y el aislamiento de plástico se lleva a cabo con las llamadas tablas de ajuste. Al operar las plantas de preparación de cables, el objetivo es siempre producir una fracción de cobre lo más limpia posible. Esto es especialmente importante porque incluso pequeñas impurezas en el cobre (por ejemplo, de partículas de plástico) conducen a una considerable reducción de los ingresos cuando el cobre se vende a la fundición.
Por razones técnicas, las tablas de ajuste no consiguen producir en la medida deseada una fracción de cobre altamente concentrada y libre de plástico, por un lado, y un aislamiento de plástico sin cobre, por otro.
Dependiendo del tipo de cable reciclado, a veces se pierden cantidades considerables de cobre en los residuos de plástico en forma de finos hilos de cobre y otras pequeñas partículas metálicas. Las pérdidas típicas en el cobre pueden oscilar entre el 2 % y el 12 %, según el tipo de cable.
Por lo tanto, la recuperación de esta fracción de cobre residual es imprescindible para garantizar la eficacia económica de todo el proceso de preparación del cable. Este cobre fino residual puede recuperarse fácilmente por vía seca con separadores electrostáticos.
El resultado es un mayor rendimiento del cobre, lo que aumenta la eficiencia económica de todo el proceso de reciclaje y minimiza las pérdidas de cobre debido a los granulados de plástico sin metal.
Más información sobre la separación electrostática de metales y plásticos con hamos KWS
Estamos deseando conocerle en persona: